Muchos pensáis que los masajes sólo se lo pueden hacer los adultos, pues bien, éstos se pueden hacer a cualquier edad. No todos con la misma presión ni maniobra pero sí a todas las edades, incluso a los bebés! Que es de lo que hoy vamos a hablar…

Los masajes a los bebés ayudan a mejorar la calidad y el amor entre madre/padre e hijo. Le aportan la sensibilidad, la concentración, los estímulos auditivos y visuales, ayudan a que sean conscientes de las partes de su cuerpo.

El masaje les aporta relajación, les ayuda a conciliar mejor el sueño, a la estimulación, a mejorar la circulación y el sistema digestivo.

Los masajes se recomiendan a partir del primer mes, aunque en los primeros días de vida, también es posible realizárselos.

Encima del cambiador es la zona más cómoda y segura tanto para los padres como para el bebé. La habitación debe tener una temperatura adecuada y al terminar el masaje, vestirlo para no perder el calorcito corporal, ya que nuestro cuerpo al relajarse, baja de temperatura.

Preferiblemente deberíamos realizarlos a la misma hora. Lo ideal sería antes de la cena, para establecer una rutina, igual que el bañito de cada día. El bebé ira cogiendo los roles de cada día.

Trabajar con aceites o cremas sin parabenos, aceite de almendras, de coco…

Recomiendo empezarlo boca arriba, cuando ya esté relajado será más fácil se quede tranquilo para la parte de atrás.

Ha de ser muy suave, ascendente y acabar drenando de dentro para afuera.

Os animo a no solo echarles crema después de la ducha, sino a tener unos minutitos con vuestro bebé y disfrutar tanto él como vosotros de ese momento tan amoroso y beneficioso para el vínculo familiar que tiene tantas aportaciones buenas.